EL ESCRITOR COMPULSIVO

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El gran Gustavo Adolfo Bécquer

EL ESCRITOR COMPULSIVO

El escritor compulsivo soy yo, Alberto Bellido y este es un blog dedicado a mi mayor afición, a mi mayor pasión: El cine, el séptimo arte.

En el blog los visitantes podrán leer y comentar diversos artículos así como guiones de todos los géneros redactados por mí y sus memorias de realización, es decir, las diferentes intenciones que me guiaron en el momento de crear cada historia.

Espero que todos disfrutéis con mi blog.

Un afectuoso saludo.

viernes, 6 de mayo de 2011

GUIÓN LITERARIO DE HISTORIA DE LAS MIL Y UNA DROGAS

GUION LITERARIO: “HISTORIA DE LAS MIL Y UNA DROGAS”.


ESCENA 1--------------HABITACIÓN. INTERIOR. DÍA.-----------


Fundido en negro de apertura.


Título sobre negro: La historia de las mil y una drogas.



La acción se sitúa en un piso de una familia de clase media de tres miembros y, concretamente, en la habitación del hijo único, JESÚS, que acaba de cumplir dieciséis años. Son las seis de la tarde y JESÚS lleva sólo diez minutos en casa. Ha estado en la Biblioteca Municipal de Santiago y ha cogido un libro que nada más verlo le ha impactado, le ha causado una profunda impresión y no se ha podido resistir al hechizo de su título. Es un apreciable volumen de un conocido filósofo, sociólogo y escritor español, Antonio Escotado, La Historia General de las Drogas. Antes de abrirlo para empezar a leerlo, hace una reflexión en voz alta.

JESÚS
(Emocionado)
¡Qué pasada! ¡Jamás había visto un libro sobre las drogas que fuera tan enorme! ¡Ni me imaginaba que pudiera existir!


JESÚS, después de esta declaración de asombro, se entrega a la lectura.

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 2--------------SALÓN. INTERIOR. DÍA.----------------

Fundido en negro de apertura.

La acción se sitúa en un piso de otra zona de la ciudad y, concretamente, en el salón donde cuatro amigos de unos veinticinco años están viendo por televisión el duelo de máxima rivalidad de la liga española de fútbol: El Real Madrid-Barcelona. Son las ocho de la tarde. Todos ellos estudian la Derecho. A primera vista, parecen cuatro jóvenes normales pero cada uno de ellos guarda un secreto que, bajo ningún concepto, pretenden desvelar.

COCAINÓMANO

El Ronaldo es un matao. Sería grande en su tiempo pero ya no puede ni con las botas. ¡Convenceos! ¡Está como un tonel! ¡Este año vamos a arrasar!

El HEROINÓMANO, que es del Barcelona, mira de soslayo al ALCOHÓLICO, que es del Madrid, mientras habla. Este último parece resignado y reconoce la superioridad del eterno contrincante.

ALCOHÓLICO
(Resignado)
Es doloroso reconocerlo pero estas en lo cierto. La época de los galácticos se acabo. Fue bonito mientras duro pero hay que renovar el equipo de arriba abajo.

FUMADOR
(Enfadado)
¡Callaos, coño! ¡Guardaos los comentarios para el descanso!

En ese momento, suena el timbre. Ningún está por la labor de levantarse pues el partido se encuentra sumergido en instantes de máxima tensión e interés, menos el COCAINÓMANO, que parece como si estuviera esperando a alguien desde el inicio del encuentro. Se levanta con diligencia, atravesando todo el pasillo, y abre la puerta.

NOVIA DEL COCAINÓMANO
(Muy satisfecha)
¡Cariño! ¡Mira, mira todo lo que te traigo hoy! ¡El Lucas se ha portado como un campeón!

Es su NOVIA, que tiene una sorpresa especial para él por ser ya el segundo aniversario de su noviazgo: Le muestra una dosis extra de garlopa al tiempo que le abraza, abalanzándose sobre su cuello. Ha sido el regalo de su camello predilecto.

Fundido en negro de Cierre..

Título sobreimpresionado en negro: LA COCAÍNA.

ESCENA 3--------------HABITACIÓN. INTERIOR. DÍA.-----------

Fundido en Negro de Apertura.

La pareja entra en la habitación del COCAINÓMANO y cierran la puerta para que los compañeros de éste no le oigan. Su NOVIA, presa de un gran estado de ansiedad, extiende con celeridad la mercancía sobre una mesa de cristal. El COCAINÓMANO, al ver todo lo que se va a meter, se frota las manos como si algo maravilloso fuera a suceder.

COCAINÓMANO
(Excitado)
¡Joder! ¡Joder! ¡Tía, qué pasada! ¡Esto es demasiado! ¡Nos lo vamos a pasar como enanos!

El COCAINÓMANO examina la farra con detenimiento. No cabe en sí de gozo.

COCAINÓMANO

¡Esta es mejor que la de Benidorm! ¿Te acuerdas de la de que nos dio aquel argentino boludo en Benidorm? ¡Fue una semana inolvidable! ¿Te acuerdas, churri?

NOVIA DEL COCAINÓMANO

¡Desde luego, cariño! ¡Pero esta noche puede ser mejor que cualquiera de aquéllas!

Los dos se aplican con ganas a la tarea de ir haciendo y ordenando las rayas y enseguida se ponen a aspirar. Se toman cinco cada uno y luego se conceden un descanso. Habían estado una semana esperando aquélla noche y el subidón de adrenalina que experimentan, provoca un aumento de la libido de ambos. Se desnudan y se tumban en la cama para hacer el amor. Después, la chica se duerme mientras que su novio se queda con la mirada perdida observando el techo de la habitación. De repente, tiene una reacción inesperada y brutal y empieza a zarandear a la chica hasta que la despierta. Le incita a marcharse en busca de más coca de forma apremiante y dando alaridos.

COCAINÓMANO
(Muy nervioso)
¡Levántate, levántate ya y tráeme más! ¡Necesito más! ¡Mucho más! ¡Sino se me pasara el efecto y volveré a estar como si no hubiera tomado nada!

NOVIA DEL COCAINÓMANO
(Irritada)
¡Pero qué te pasa! ¡Te has vuelto loco o qué! ¡A mí no me vuelvas a tratar así o te denunciare a la policía! ¡Lo has entendido o no! ¡Necesito que me digas que lo has entendido!

El COCAINÓMANO, preso de un delirio, le ha chillado de forma tan irracional a su NOVIA, que consigue que ésta, visiblemente molesta, se levante de la cama y se vista.

COCAINÓMANO
(Muy enfadado)
¡Vete de aquí! ¡Me oyes! ¡Vete de aquí! ¡Y no vuelvas hasta que me consigas más coca! ¡Vamos, fuera, fuera, fuera! ¡Largo de aquí!

El COCAINÓMANO empuja a su NOVIA hasta el recibidor. A su vez, ésta le empuja a él con todas sus fuerzas.

NOVIA DEL COCAINÓMANO

¡Ya me voy! ¡Ya me voy! ¡Pero quita tus sucias zarpas de encima! ¡No voy a volver nunca más por aquí! ¡Estas jodido, tío ¡Muy jodido! ¡Y da gracias a que no te denuncio por maltrato!

La NOVIA abre la puerta y la cierra dando un portazo. El COCAINÓMANO hace ademán de dirigirse hacia el pasillo mientras le dedica unas últimas palabras a su NOVIA.

COCAINÓMANO

¡Que te den por culo, gilipollas! ¡No necesito a nadie, a nadie! ¡Estoy mucho mejor sólo!

Su transitar por el estrecho pasillo se va haciendo progresivamente más coordinado y, una vez que está mas calmado, se dirige hacia el salón para ver el final del partido de fútbol.

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 4--------------HABITACIÓN. INTERIOR. DÍA.-----------

Fundido en negro de apertura.

La acción se sitúa en la habitación del chico de dieciséis años, de JESÚS. Éste, sigue leyendo el libro, con una atención creciente. Ya ha leído el capítulo dedicado a la cocaína y el siguiente es el del alcohol. Vuelve a hacer una reflexión en voz alta.

JESÚS

¡Vaya! ¡Este capítulo lo voy a leer entero! Debe ser muy interesante. Así conoceré el origen de todas las bebidas que he probado hasta ahora. Es sábado y esta noche saldré con unos amiguetes y seguro que se quedarán pasmados porque les daré una buena lección sobre el tema.

Dicho y hecho, JESUS se vuelve a concentrar en la lectura del libro.

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 5--------------SALÓN. INTERIOR. DÍA.----------------

Fundido en negro de apertura.

La acción vuelve a estar centrada en el salón donde los cuatro amigos están viendo el partido de fútbol, el Real Madrid-Barcelona. El encuentro está llegando a los minutos de la verdad, los decisivos, aquéllos en los que la balanza se puede inclinar de un lado u otro, pues el resultado es de cero a cero. Uno de ellos, está especialmente tenso porque el resultado le supone una gran contrariedad e intenta aplacar sus nervios a base de beber vodka de de modo indiscriminado.

Fundido en negro Encadenado.

Título sobreimpresionado en negro: EL ALCOHOL.

Su grado de excitación aumenta más, si cabe, cuando descubre que ha terminado el líquido de la botella. Hace partícipe de su irritación a todos sus compañeros que piden a gritos que se calle. Se reincorpora, como buenamente puede, y deambula por el pasillo, hasta llegar a la cocina.
Deja la botella vacía en la mesa y abre la nevera sacando otra. Retorna al salón. Nada más sentarse en su sitio, el COCAINÓMANO, muy nervioso y acelerado, le intenta convencer sin éxito de que deje de beber.

COCAINÓMANO
(Retador)
¡Deja ya de beber! ¡Nos volverás a vomitar sobre la cena como hiciste ayer!

ALCOHÓLICO

¡Cállate! ¡Que te sale mierda por la nariz!

Es el HEROINÓMANO el que media en la encendida discusión.

HEROINÓMANO
(Furioso)
Bueno, silencio, ¡Silencio, joder! ¡Me cago en la puta! ¡Es posible que en esta santa casa no se pueda ver un partido como Dios manda!

El FUMADOR también interviene, éste con ánimo apaciguador.

FUMADOR

¡Venga ya! ¡Daos la mano y aquí paz y después gloria!

Los dos protagonistas en disputa, el COCAINÓMANO y el HEROINÓMANO, se dan la mano. No obstante, la paz y la quietud en el salón reinan durante un tiempo escaso. El ALCOHÓLICO, superado por la tensión generada por la discusión y la cantidad de whisky que ha ingerido, comienza a sudar abundantemente llegando a un estado delirante por el que empieza a gritar sin sentido. Sus compañeros tratan, inútilmente de tranquilizarle. Finalmente, se dirige al balcón y expulsa al exterior todo el alcohol que tenía aprisionado en su cuerpo.

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 6--------------HABITACIÓN. INTERIOR. DÍA.-----------

Fundido en negro de apertura.

La acción se vuelve a centrar en JESÚS, que se dispone a leer un nuevo capítulo del libro, que versa sobre el tabaco. Él se inició en el consumo de cigarrillos hace un año y su fidelidad hacia este vicio ha ido en aumento aunque desde hace una temporada, algunos de sus mejores amigos de la pandilla se han iniciado en el consumo de porros compuestos de toda clase de sustancias.

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 7--------------SALÓN. INTERIOR. DÍA.----------------

Fundido en negro de apertura.

Volvemos al salón donde los cuatro amigos están viendo el partido de fútbol. El FUMADOR le está dando término a un ducados mientras observa atentamente la evolución del partido de fútbol. Mira el paquete y se da cuenta visiblemente mosqueado de que se ha fumado el último pitillo que le quedaba.

Fundido en negro Encadenado.

Título sobreimpresionado en negro: EL TABACO.

El FUMADOR se levanta y se dirige a uno de los cajones del mueble que está adosado en la pared. Empieza a buscar de un rincón al otro del mismo un paquete de tabaco que tenía guardado. Al ver que no lo encuentra, abre otro cajón en el que hasta entonces había tenido guardados varios puros pero tampoco consigue hallarlos. Muy furioso, se da la vuelta y se dirige a sus tres camaradas.

FUMADOR
(Encolerizado)
¡Maldita sea! ¿Dónde está mi tabaco? ¡Quiero saber dónde está mi tabaco! ¡Exijo saberlo! Apostaría mi cabeza a que alguno de vosotros, cabronazos, lo habéis escondido.

COCAINÓMANO
(Desafiante)
¡Pues sí! ¡He sido yo! ¡Lo tiré a la basura ayer! ¿Y sabes por qué? Porque estoy harto de tener que soportar todos los días ese apestoso olor.

El FUMADOR, muy cabreado, saca de su bolsillo una navaja muy afilada y de grandes dimensiones y le amenaza. El ALCOHÓLICO, viendo el peligroso cariz que están tomando los acontecimientos, resuelve intervenir y separarlos aún a costa de poder poner en riesgo su propia vida.

ALCOHÓLICO

¡Basta, basta! ¡Guárdate esa maldita navaja! ¡Toma, te doy mi paquete de tabaco!

El FUMADOR acepta de mala gana el paquete de tabaco y se vuelve a sentar en su sitio sin dejar de mirar de manera asesina al COCAINÓMANO. La armonía vuelve a instalarse en el salón. Aún así, el FUMADOR está claramente contrariado pues solamente quedan cuatro cigarrilos del paquete que le ha dado el ALCOHÓLICO. Profundamente resignado, acepta la evidencia: No tendrá más remedio que estar en abstinencia hasta mañana por la mañana cuando vaya al estanco.

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 8--------------HABITACIÓN. INTERIOR. DÍA.-----------

Fundido en negro de apertura.

La acción se centra nuevamente en JESÚS que, aburrido de leer, está por dejar el libro para otro día porque, además, sabe que le espera una noche movidita con sus amigos y que lo mejor es que se vaya preparando para estar lo más guapo y presentable posible con objeto de poder gustar a las chicas. Sin embargo, en última instancia, y llevado por un acto reflejo, decide seguir con el libro al menos cinco minutos más. Resuelve leer en ese momento el último capítulo con independencia de a qué droga está dedicado.
Se lleva una sorpresa mayúscula cuando lee el título. Está dedicado a la Heroína. ¡Caramba!, piensa para sus adentros, ¡Esta droga sí que resulta novedosa! Llevado por una curiosidad malsana se concentra en lo que se dice sobre ella.

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 9----------------SALÓN. INTERIOR. DÍA.--------------

Fundido en negro de apertura.

En el salón de los cuatro amigos, el partido está a punto de acabar. El más tímido, callado y menos forofo de ellos, aprovecha, como buen autista que es, el instante cumbre del partido para abandonar el salón y encerrarse en su habitación pues está cansado de aguantar los berridos de sus compañeros.

Fundido en negro Encadenado.

Título sobreimpresionado en negro: LA HEROÍNA.

ESCENA 10---------------HABITACIÓN. INTERIOR. DÍA.---------

En su habitación, el HEROINÓMANO se siente a gusto. Allí puede estar tranquilo, alejado de toda la tensión que se ha generado en el salón entre sus compañeros y del momento culminante de un partido de fútbol que va empate a cero. Abre la puerta de un armario. En uno de los cajones de éste tiene escondida una dosis extra de caballo que ha comprado esa misma tarde en la calle. El camello ha sido esta vez muy generoso por ser un cliente habitual. Prepara el instrumental necesario para poder meterse en el cuerpo su alimento favorito. Seguro que esta noche le va a resultar tan especial que le va a quedar grabada para el resto de su vida, piensa. Visiblemente ansioso ante lo que sólo unos pocos como él consideran un manjar, no se lo piensa dos veces, y vierte casi todo el polvo en unas litronas de plástico mezclado con unas botellitas de whisky. Su rostro no tarda en transformarse hasta perder el color y quedarse frío y pálido como el mármol. Cada vez le cuesta más respirar y la lengua se le ha quedado trabada por lo que no puede avisar a sus compañeros de su situación. Instantes después, se queda apoyado en la pared sin conocimiento. Su respiración se va acompasando a pasos agigantados hasta que definitivamente se para al igual que su corazón. Ha muerto víctima de una sobredosis.

Corte.

ESCENA 11---------------SALÓN. INTERIOR. DÍA.--------------

El partido termina y los tres amigos deciden apagar la televisión e irse a dormir. Están todos muy cansados después de una agotadora semana de exámenes y, además, el día siguiente es domingo, por lo que podrán estar en la cama sin necesidad de levantarse temprano. Dejan el salón y se dirigen a sus habitaciones. Al COCAINÓMANO, que se ha quedado extrañado por el repentino escaqueo de su mejor amigo del piso, se le ocurre abrir la puerta de éste, creyendo que ya está dormido, pero se queda petrificado ante el espectáculo que le ofrecen sus ojos. El COCAINÓMANO, desesperado, le da un par de bofetadas para ver si, simplemente, ha tenido un desvanecimiento, pero al comprobar que no es eso lo que le ocurre a su compañero, le toma el puso, descubriendo fatalmente, que ha dejado de tenerlo. Completamente fuera de sí, empieza a gritar y sollozar ante la magnitud de la tragedia. Se reincorpora, agarrando con fuerza el cadáver de su amigo y continua gritando.

COCAINÓMANO
(Incrédulo)
¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Compañeros! ¡Venid! ¡Venid! ¡Está muerto! ¡Está muerto!

El resto acude al reclamo de las voces del COCAINÓMANO, que suelta el cadáver, dejándolo caer al suelo. Los tres se quedan mudos, inmóviles, como estatuas. Tras unos primeros momentos de incredulidad manifiesta, se arrodillan ante su amigo muerto sin poder creerse lo que le ha sucedido. El ALCOHÓLICO, todavía sumergido en las paranoias que esa noche le ha provocado la ingesta excesiva de alcohol, empieza a menear frenéticamente el cadáver, como si aquélla fuera una fórmula mágica y milagrosa para poder resucitar al HEROINÓMANO. Los otros dos, después de un esfuerzo titánico, logran separarle de la víctima.

ALCOHÓLICO
(Desconsolado)
¡Nooo! ¡Por qué! ¡Por qué! ¡Maldita sea! ¡Cómo puede esta vida ser tan cruel!

El COCAINÓMANO se dirige al ALCOHÓLICO, con gran pesar pero visiblemente emocionado.

COCAINÓMANO

Cálmate, por favor, cálmate. Ya no podemos hacer nada por él. Ven, dame un abrazo, te sentirás mejor.

Finalmente, nuestros tres adictivos protagonistas, se funden en un apasionado abrazo.

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 12---------------HABITACIÓN. INTERIOR. DÍA.---------

Fundido en negro de apertura.

Espantado ante lo que el libro cuenta sobre la Heroína que, aparte de las nociones básicas, es un caso real por muerte de sobredosis de un chico de su edad, JESÚS cierra el libro. Hace un esfuerzo de mentalización para convencerse a sí mismo de que lo de las drogas no es para tanto. Piensa que seguramente muchas de las cosas que se cuentan en el libro son falsas o que el autor ha querido exagerar lo que ha vivido en sus propias carnes. Se tiene que abstraer de todo eso, no es para tanto. Las drogas forman parte de la fiesta y él es joven y, lo que es más importante, tiene toda la vida por delante y llegará a viejo, y ya está. Y estos pensamientos los vuelve a dejar translucir en voz alta.

JESÚS

¡Bah! ¡No sé como puedo preocuparme tanto por esto! ¡Por un chico que murió por sobredosis de heroína! ¡A mí eso no me va a pasar! ¡Como mucho hoy saldré de fiesta, me pillaré una buena borrachera y me lo pasaré muy bien!

Fundido en negro de cierre.

ESCENA 13---------------CHUPITERÍA. EXTERIOR. NOCHE.-------

Fundido en negro de apertura.

La acción se traslada al centro urbano de Salamanca, cerca de algunos de los más conocidos bares de copas y discotecas de la movida nocturna, en concreto a la entrada de una discoteca muy frecuentada. Un CHICO, un quinceañero, yace tendido sin conocimiento en el suelo. Está rodeado por sus amigos y por curiosos que, progresivamente, se van arremolinando ante su cuerpo inerte. Al parecer, el CHICO se desmayó de manera repentina y vertiginosa cuando éste se quedo el último de su grupo en el interior de la chupitería y los demás ya enfilaban la puerta de salida. Los AMIGOS no tuvieron más remedio ni opción que sacarle a rastras del local. El inconsciente no es otro que JESÚS, nuestro protagonista, que llevado por unas ganas irrefrenables de juerga y tras un par de meses de abstinencia alcohólica, se ha metido para el cuerpo una combinación de una docena de chupitos de absenta y de tequila, a la que no ha podido hacer frente. El más enteradillo de los que están allí, se atreve a lanzar un pronóstico.

AMIGO DE JESÚS

Yo creo que lo que Jesús tiene es un coma etílico tan fuerte que sólo un milagro lo puede salvar.

Una CHICA con la que Jesús se había enrollado, se pone de cuclillas y empieza a hacerla a JESÚS la respiración boca a boca con el objetivo de que, por lo menos si no vuelve en sí, se gane tiempo hasta la llegada de la ambulancia. Es otro amigo íntimo de JESÚS el que ha llamado por su móvil al servicio de urgencias del hospital más cercano. Cuando la AMBULANCIA hace su aparición, los ENFERMEROS salen precipitadamente de ésta y les ordenan a los CHICOS con ostensibles movimientos de sus brazos, que les hagan el sitio suficiente para poder atender a la víctima. Uno de los ENFERMEROS, que es el que lo está atendiendo, se da cuenta de la extremada gravedad de la situación y una vez que ha tomado el pulso a JESÚS se da cuenta de que no hay nada que hacer y da la fatal noticia, aquélla que ninguno de los allí presentes quiere oír.

ENFERMERO

Lo siento mucho, chicos. No tengo una idea exacta de lo que ha podido beber vuestro amigo, pero seguro que ha sido una bestialidad. Está muerto. De todas formas, pensad que va a haber alguien que lo va a pasar peor que vosotros por esto. Sus padres.

CHICA
(Con voz impotente)
¡Nooo! ¡Nooo! ¡No puede ser! ¡Él no puede estar muerto! ¡Yo lo quería! ¡Me gustaba! ¡Lo había conocido esta noche y lo quería! ¡Tiene que estar vivo! ¡Vuelva a tomarle el pulso!

La CHICA empuja al ENFERMERO nuevamente hacia el lugar donde yace inerte JESÚS pero tanto éste como sus amigos tratan de persuadirla inútilmente de que no hay nada que hacer por JESÚS. Mientras tanto, otros dos enfermeros cogen el cadáver y lo colocan en una camilla. Después, agarran ésta por sus extremos y la conducen hasta la ambulancia.

Fundido en negro de cierre.

Créditos finales.



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