EL ESCRITOR COMPULSIVO

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El gran Gustavo Adolfo Bécquer

EL ESCRITOR COMPULSIVO

El escritor compulsivo soy yo, Alberto Bellido y este es un blog dedicado a mi mayor afición, a mi mayor pasión: El cine, el séptimo arte.

En el blog los visitantes podrán leer y comentar diversos artículos así como guiones de todos los géneros redactados por mí y sus memorias de realización, es decir, las diferentes intenciones que me guiaron en el momento de crear cada historia.

Espero que todos disfrutéis con mi blog.

Un afectuoso saludo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

EL CINE DE ZOMBIS.

El cine de zombis.
El cine de zombis es un subgénero del cine de terror surgido en la década de los treinta. Este tipo de cine emana directamente del folclore y las leyendas procedentes de Haití, (país antillano que comparte la misma isla con la República Dominicana), y que están asociadas a la magia negra y el vudú. El fenómeno de los zombis o muertos vivientes en los Estados Unidos, comenzó a ser conocido a raíz de la publicación del libro “The magic island”, (La isla mágica), de W.B. Seabrook. Asimismo, en 1932, se estrenó una obra de teatro en Broadway, titulada “Zombie”, de Kenneth Webb, basada en el libro de Seabrook, que no obtuvo un éxito excesivo, por lo que no tardo mucho en ser retirada de la programación de los míticos teatros neoyorquinos.
Sin embargo, a los hermanos Halperin sí que les gusto la obra en su conversión al teatro, y decidieron que había que trasladarla al cine. No obstante, Kenneth Webb trato por todos los medios de paralizar el proyecto, pues la consideraba un plagio, pero fracasó en su intento. De este modo, vio la luz la primera película de zombis de la historia: “La legión de los hombres sin alma”, (“White zombie”, 1932), de Victor Halperin. Esta producción primigenia, ya incluía todos los tópicos que definirían al subgénero hasta la década de los sesenta, siendo el más destacado de ellos la circunstancia de que los villano tenían a su disposición una legión de zombis fieles y abnegados que servían como instrumento para ejecutar sus siniestras intenciones y culminar sus planes. (Este argumento remite a la década anterior, de los años veinte, con la película más destacada del expresionismo alemán: “El gabinete del Doctor Caligari”, 1922, de Robert Wiene, y que ya incluía a un “Mad Doctor”, es decir, científico loco, como el malo de la película). A pesar de lo novedosa que resultaba la película y de contar con el protagonismo de Bela Lugosi, ésta no cosechó buenas críticas. Esta circunstancia se achacó a que la película era prácticamente muda cuando el cine sonoro llevaba ya varios años de existencia. Aún así, la película es muy apreciable y, aunque se nota en esta producción que la transición del cine mudo al sonoro no resultó nada fácil, este no es un argumento válido para desprestigiarla.
Del cine de zombis salieron otras producciones dignas de mención, pero escasas, durante los años treinta y cuarenta. Así, en 1936, Michael Curtiz, (conocido por ser el director de “Casablanca”), rodó “The walking dead”, cuya peculiaridad más sorprendente era que el zombi resultaba ser el protagonista bueno. Otra película igualmente reseñable fue “La venganza de los zombis”, (Revenge of the zombis”, 1943), cuyo villano no podía ser otro que un científico nazi, dado que el mundo estaba inmerso en plena segunda guerra mundial. Pero si hay una película que sobresale por encima de las demás, no es otra que “Yo anduve con un zombi”, (“I walked with a zombi”,1943), del extraordinario director y creador de atmósferas irrepetibles, Jacques Tourneur. Este realizador destacó, a lo largo de su trayectoria cinematográfica, por hacer prevalecer el horror sugerido en relación al horro mostrado debido a que creyó, (en mi opinión, muy acertadamente), que suelen causar más miedo y pavor el reflejo de las sombras de los personajes que los mismos protagonistas, materializados físicamente.
En la década de los cincuenta, el cine de zombis cayó en el olvido y el más absoluto ostracismo, siendo rescatado en un par de aisladas ocasiones, pero con unos argumentos disparatados e inverosímiles. Así sucedió con “Invisible invaders”, (1959), de Edward L.Cohn, y “Plan 9 del espacio exterior”, (“Plan 9 from outer space”, 1959), ridícula producción de serie Z, dirigida por el inefable e irrepetible Ed Wood, (al que incluso Tim Burton ha dedicado una película).
En el año 1966, una película de zombis clásica, (es decir, protagonizada por el prototípico villano), de la productora Hammer, sirvió de antesala a la película capital del subgénero. Se trataba de “La plaga de los zombis”, (“The plague of the zombis”), dirigida por John Gilling.
Y llegó el año 1968, (un año crucial en muy diversos ámbitos), con la salida a escena de “La noche de los muertos vivientes”, (Night of the living dead”). Como curiosidad, indicar que la película fue rodada en 16 milímetros, con un minúsculo presupuesto de 114000 dólares y un equipo de actores amateurs, (entre los que destacaban sus amigos y familiares). Esta producción, con un inconfundible estilo documental, potenciado por el blanco y negro, resultó ser un éxito inmediato y rotundo. Desde entonces, el director George A. Romero se ha convertido en el auténtico líder y gurú del subgénero, dirigiendo cinco entregas más relacionadas con la temática zombi. El rasgo más significativo en estas películas es que los mayores enemigos de los protagonistas ya no son los zombis, sino otros personajes, (es decir, los antagonistas), que tienen sus propias ideas de cómo sobrevivir, que difieren claramente de los que al final se libran de los devoradores de carne. Ejemplo reseñable de esta circunstancia es el enfrentamiento, en esta primera película de Romero, entre el hombre negro, (que no morirá hasta el final, curiosamente, a manos de los agentes de la autoridad, que lo confunden con un zombi), y el padre de la familia que se oculta en el sótano de la casa que sirve de refugio ante los ataques de los muertos vivientes.
La segunda película de Romero, “El amanecer de los muertos”, (Dawn of the dead”, 1978), es la más popular de toda la saga. En esta ocasión, los protagonistas se refugian en un centro comercial de los insaciables zombis. Esta segunda entrega, ya rodada en color, resulta mucho más impactante que la primera, pues ya muestra desmembraciones de cuerpos sin límite alguno, que apenas se vislumbraban en la película de 1968. Por su parte, bastantes años más tarde, (concretamente en el año 2004), un declarado admirador de la obra de Romero, el director Zack Snyder, dirigió un remake de esta exitosa película.
A esta segunda película, de 1978, siguieron otras cuatro más: “El día de los muertos”, (“Day of the dead”, 1985); “La tierra de los muertos”, (“Land of the dead”, 2005); “El diario de los muertos”, (Diary of the dead, 2008), y “Survival of the dead”, 2009, aún no estrenada en España.
He de decir que de todas estas producciones, he visto la primera, tercera, cuarta y quinta entrega, (es decir, las únicas que no he visionado han sido la segunda y la sexta y última). Así, la primera película la pude ver sin problemas, pero he de confesar que la tercera me produjo arcadas cuando vi a los zombis desmembrar a uno de los protagonistas y, aquella inolvidable noche, no pude dormir bien. Comprendo que haya fanáticos de esta película, pero a mi las de zombis demasiado extremas, crudas, y las de gore, no me gustan. Respecto a las entregas cuarta y quinta, no tuve problemas  en verlas.
Un país que, aparte de Estados Unidos, sobresalió inesperadamente en el subgénero zombi, fue Italia. Así, el director que encabezó la producción de este tipo de películas, fue Lucio Fulci. Su “Zombi 2” es muy recordada y se la ha considerado como una especie de secuela, a su vez, de la segunda película de Romero, aunque no tenía nada que ver con la misma. Curiosamente, en España, fue conocida con el sugerente título de “Nueva York bajo el terror de los zombis”. Y otra película italiana, chocante ya desde su propio título, fue “La noche erótica de los muertos vivientes”, (1979), de Joe D´Amato. No obstante, este director es conocido, sobre todo, por sus producciones eróticas y pornográficas. Por último, otras dos películas menos conocidas y, por tanto, con menor repercusión, fueron “Miedo en la ciudad de los muertos vivientes” y “El más allá”, ambas también dirigidas por Lucio Fulci.
Otros filmes representativos durante las décadas de los setenta y los ochenta fueron los siguientes: “Aguas de terror”, (“Shock waves”, 1977), con Peter Cushing como antiguo Doctor nazi que hace revivir a un batallón de soldados; “El regreso de los muertos vivientes”, (“The return of the living dead”, 1985), del guionista de “Alien”, Dan O´Bannon, que es una divertida comedia zombi, con ocurrentes diálogos, y que se ha llegado a calificar como una de las mejores producciones del subgénero. Asimismo. Otra película muy interesante es “La serpiente y el arco iris”, (“The serpent and the rainbow”, 1987), del famoso director adscrito al género fantástico, Wes Craven. Dicha película, basada en hechos reales, relata las experiencias de Wade Davis en Haití, que le condujeron al descubrimiento de la Teterodotoxina, droga utilizada por las brujas expertas en el vudú y que provocaba un trance similar a la muerte o a un coma profundo. Finalmente, en el año 1992, el director neocelandés Peter Jackson, (posteriormente conocido en todo el mundo por ser el responsable de la trilogía de “El señor de los anillos”, así como de el remake de “King Kong”), dirigió “Brain dead”, descerebrada comedia, tal y como su propio nombre indica, que muestra los desordenes provocados por una extraña especie de mono rata originario de Indonesia que era el causante, con su mordedura, de la propagación de una epidemia que convertía a los seres humanos en zombis, en un pueblo.
En la primera década del Siglo recién estrenado, ha salido a la luz una variada producción de películas zombis que, además de resultar muy interesantes, han logrado que el subgénero alcance una relevancia y una popularidad inesperada. De todas ellas, la primera en significarse fue la adaptación al celuloide de “Resident Evil”, (basada en unos populares libro y videojuego), rodada en el año 2002, dirigida por Paul W.S.Anderson y cuya protagonista es su esposa, la actriz ucraniana Milla Jojovich, (que se dio a conocer en la producción “El quinto elemento”, del director francés Luc Besson). Respecto a su argumento, describe la ratonera en la que se acaba convirtiendo un laboratorio químico subterráneo perteneciente a la poderosa Corporación Umbrella, para un grupo de supervivientes, cuando todos sus trabajadores se convierten en zombis. Su gran éxito en la taquilla propició que se hayan realizado, hasta el momento, cuatro entregas más: “Resident Evil:Apocalypse”, (2004), de Alexander Witt; “Resident Evil: Extinction”, (2007), de Russell Mulcathy; y “Resident Evil: Afterlife”, (2010), otra vez dirigida por Paul W.S.Anderson. Progresivamente, la franquicia fue adquiriendo un tono cada vez más apocalíptico. Igualmente, conviene reseñar que el gurú del subgénero, George A.Romero, también escribió un guión con el objetivo de realizar una película que se adaptara, con mayor fidelidad, al libro y al videojuego, pero su propuesta fue rechazada.
Del 2002 es la película “28 días después”, (“28 days later”), del director inglés Danny Boyle. Producción que resucitó al subgénero zombi que yació aletargado durante muchos años, (pues la saga de “Resident Evil” alude a la temática zombi, pero no totalmente). En relación a su argumento, Inglaterra es invadida por personas infectadas por el virus conocido como de la ira, destacando la secuencia inicial de Londres desierto, (que recuerda, a su vez, al Madrid de “Abre los ojos”, de Alejandro Amenábar). La película tuvo una secuela que, para muchos es incluso mejor que la primera película, dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo. Así, la principal novedad de esta segunda parte se ve reflejada en la excepcional secuencia introductoria, que rebaten completamente la visión clásica de los muertos vivientes. Es decir, en este caso, los zombis corren como auténtico atletas, son rápidos, fuertes y muy violentos, con lo que su peligrosidad es inmensamente superior a la del prototipo de zombi de toda la vida. Además, aún no se ha descartado realizar una tercera entrega, que se titularía “28 meses después”. No obstante, habrá que esperar a que vea la luz, para ver si supera a las dos primeras partes de la saga. Estas mismas características, respecto a los zombis, fueron también la seña de identidad del exitoso remake de “Amanecer de los muertos”, (la segunda entrega dedicada a los zombis), dirigida por Zack Snyder.
Otra película destacable del año 2004, pero que supuso un giro inesperado para el subgénero, mezclándose convenientemente con la comedia, fue la británica “Zombies party”, de Edgard Wright. Por otra parte, otra producción bastante curiosa es “Dead meat”, del irlandés Connor McMahon, que señala el origen del mal, nada más y nada menos, que en el famoso virus de las vacas locas.
En el año 2005 se estrenó la cuarta película zombi del maestro Romero, titulada “La tierra de los muertos”, con un reparto estelar compuesto por Dennis Hopper, Asia Argento y John Leguizamo, entre otros. La historia relata las peripecias de los supervivientes de un Apocalipsis que se refugian en una ciudad fortificada, con su clase dirigente parapetada en sus rascacielos, al tiempo que reina la anarquía en las calles y el ejército de los muertos vivientes que, liderados por un mecánico negro provisto de una nada despreciable inteligencia, acaban penetrando en la ciudad. La recepción de la crítica a esta nueva entrega fue, en general, favorable.
En el 2007, Romero volvió de nuevo a la carga con una película, a diferencia que la anterior, financiada de forma independiente, titulada “Diary of the dead”. En este caso, el director decidió filmar este proyecto con un estilo marcadamente documental y realista, mediante el uso de la cámara subjetiva, (es decir, con los protagonistas grabando los acontecimientos que van ocurriendo), como ya ha sucedido con destacables cintas de terror, como “Holocausto caníbal”, (1980), “El proyecto de la bruja de Blair”, (1999), y la española “REC”, (2009).
La última película del ciclo zombi de Romero, es “Survival of the dead”, (2010), inédita en España y que está ambientada en una isla.
Las últimas películas adscritas al subgénero son las siguientes:
“Planet terror”, (2007), del realizador mexicano Robert Rodríguez, que fue estrenada en formato de sesión doble, (que estuvo de moda en los sesenta y los setenta), bajo el título de “Grindhouse”, con “Death Proof”, de Quentin Tarantino.
“Soy leyenda”, (“I am legend”, 2007), de Francis Lawrence. Una más de las versiones inspiradas en la novela del mismo título del cotizado escritor Richard Matheson, cuya mejor adaptación fue la protagonizada por el gran Vincent Price. En este caso, a las últimas cualidades que se la han añadido a los zombis, (es decir, la fuerza, la velocidad, la resistencia e inteligencia), se le sumaron propiedades específicamente vampíricas.
Para finalizar, hay que destacar la entretenida “Zombieland”, (2009), de Ruben Fleischer, otra comedia descacharrante con Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Emma Stone y Abigail Breslin, como protagonistas.
Respecto a las series, son igualmente dignas de mención, las dos siguientes:
“Dead set”, (2008), curiosa hasta límites insospechados, por estar ambientada en la casa de,..., “¡¡¡Gran Hermano!!!”.
“The walking dead”, (2010), producida por los Estudios americanos Fox, y que está basada en el comic del mismo nombre, en el que el protagonista es un sheriff que despierta en un hospital tras haber sido herido y, al salir al exterior, se encuentra con que el mundo ha quedado devastado por los zombis. Y yo me pregunto: ¿Es este, acaso, un guiño a “28 días después”, con un inicio idéntico?.
En fin, habrá que esperar para ver qué es lo que nos depara esta nueva década.
 

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