Hola.
¡Qué bien! Hoy me he enterado que Amazon va a permitir publicar gratis Libros de los Escritores que no somos muy conocidos. La única contraprestación es que el 30% de los Beneficios es para ellos, pero el 70% restante es de suponer que sea para los Autores. Ahora sí que voy a poder publicar la Colección de Relatos de Terror que tenía en mente, incluso también podría publicar una Colección de Guiones. Bueno, voy a enterarme bien de qué va eso.
Saludos.
Blog dedicado al cine con diversos e interesantes artículos relacionados con el séptimo arte, así como guiones redactados por su autor y su memoria de realización, es decir, las intenciones que tuvo al escribir cada historia.
EL ESCRITOR COMPULSIVO
El escritor compulsivo soy yo, Alberto Bellido y este es un blog dedicado a mi mayor afición, a mi mayor pasión: El cine, el séptimo arte.
En el blog los visitantes podrán leer y comentar diversos artículos así como guiones de todos los géneros redactados por mí y sus memorias de realización, es decir, las diferentes intenciones que me guiaron en el momento de crear cada historia.
Espero que todos disfrutéis con mi blog.
Un afectuoso saludo.
sábado, 8 de septiembre de 2012
ANÉCDOTA DE CAMILO JOSÉ CELA
"En una ocasión, el Premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela, fue a Galicia, su tierra natal, y le entrevistaron para la Televisión, pero se topó con un Periodista poco documentado:
Dígame, Señor Cela, ¿Se considera usted un Escritor gallego?.Cela se quedó perplejo y exclamó: ¡Hombre, usted vera! Soy Escritor y soy gallego, por lo que soy un Escritor gallego, salvo que sea un maricón chino, u
Dígame, Señor Cela, ¿Se considera usted un Escritor gallego?.Cela se quedó perplejo y exclamó: ¡Hombre, usted vera! Soy Escritor y soy gallego, por lo que soy un Escritor gallego, salvo que sea un maricón chino, u
sted vera..."
¡JAJAJA! ¡Qué bueno el Cela! (¿Unas gachas, Don Camilo? ¡Hombre, pues claro! ¡Jo! ¡Y el Paco Umbral con lo de "Yo he venido aquí a hablar de mi Libro", que le espetó a la Mercedes Mila! ¡Y el "váyase a la mierda! ¡Y yo no necesito su admiración que también le espetó Fernando Fernan Gómez a un admirador.
¡Madre de Dios! ¡Qué Escritores ha tenido España!
¡JAJAJA! ¡Qué bueno el Cela! (¿Unas gachas, Don Camilo? ¡Hombre, pues claro! ¡Jo! ¡Y el Paco Umbral con lo de "Yo he venido aquí a hablar de mi Libro", que le espetó a la Mercedes Mila! ¡Y el "váyase a la mierda! ¡Y yo no necesito su admiración que también le espetó Fernando Fernan Gómez a un admirador.
¡Madre de Dios! ¡Qué Escritores ha tenido España!
sábado, 1 de septiembre de 2012
GUIÓN DE EL MÉDIUM DE LA BATALLA DE BELCHITE
GUIÓN LITERARIO: “EL MÉDIUM DE LA BATALLA DE
BELCHITE”.
SECUENCIA 1. ENTRADA DEL PUEBLO DE BELCHITE. ARAGÓN.
EXTERIOR. ATARDECER.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “El Médium de la batalla
de Belchite”.
Los
coches de TRES PAREJAS DE AMIGOS transitando por una carretera en plena Región
aragonesa hasta que el primero de la comitiva se para a la entrada de un pueblo
fantasma, deshabitado. TODOS salen de sus vehículos y el CONDUCTOR del primero
se dirige a los DEMÁS.
LUIS
¡Vaya, me he quedado sin gasolina! Pensaba que
pronto encontraríamos una gasolinera y por eso no os he querido avisar.
El
CONDUCTOR del tercer vehículo se dirige a LUIS.
FERNANDO
No te preocupes, Luis, que yo tengo de sobra.
Siempre llevo un par de bidones en el maletero, por si acaso.
La
noche va cayendo, poco a poco, progresivamente, y la oscuridad se adueña del
horizonte. Entonces, la novia de LUIS, MARÍA, interviene.
MARÍA
¡Vaya mal rollo que da este lugar! ¿Qué pueblo es
este?
ÁNGEL,
que es el conductor del segundo coche, responde a la interrogante planteada con
suficiencia.
ÁNGEL
Es el pueblo de Belchite. Aquí se libro una de las
batallas más crueles de la Guerra Civil. Se dice que todos los habitantes
fueron fusilados y, a partir de entonces, el pueblo quedo abandonado.
Y
su novia, RAQUEL, da su opinión, que no es favorable.
RAQUEL
¡Vaya, qué bien! ¡Qué cosas más alegres cuentas,
cariño!
ÁNGEL
replica, sin hacerle demasiada gracia.
ÁNGEL
¿Y qué quieres, Raquel? ¡La Historia no se puede
cambiar!
Y,
en ese momento, interviene BEATRIZ en la conversación, que es la novia de
FERNANDO.
BEATRIZ
Bueno, ¿Sabéis qué, chicos? Yo estoy muy cansada y
prefiero no continuar con el viaje. ¿Qué os parece si acampamos aquí esta
noche?
TODOS
asienten afirmativamente con la cabeza, sin deserciones.
LUIS
(Entusiasmado)
¡Eh, vamos a inspeccionar el lugar! ¡Así decidiremos
cuál es el sitio más adecuado para instalarnos con las tiendas de campaña!
Al
mismo tiempo que proclama esto, LUIS AVANZÓ, adentrándose en el pueblo seguido
por los DEMÁS.
Corte.
SECUENCIA 2. CALLE PRINCIPAL DEL PUEBLO DE BELCHITE.
ARAGÓN. EXTERIOR. NOCHE.
TODOS
contemplan, asombrados, el estado ruinoso y desolado de las casas que, en
fechas no muy lejanas, debieron de conformar un pueblo floreciente. Y no
pararon de caminar hasta llegar frente a la edificación más alta de la
Localidad, una Iglesia que, pese a las evidentes huellas de los bombardeos
sufridos durante la guerra, aún se mantenía en pie.
Corte.
SECUENCIA 3. EXTERIOR DE LA IGLESIA DE BELCHITE. ARAGÓN.
EXTERIOR. NOCHE.
LUIS
observa con detenimiento el terreno.
LUIS
Bien, ¿Qué os parece si acampamos aquí, al lado de
la Iglesia? Hasta ahora es el sitio más adecuado que he visto para poner las
tiendas.
MARÍA
está de acuerdo.
MARÍA
Sí, a mí por lo menos es el sitio que menos mal
rollo me da.
Y
TODOS vuelven a asentir con sus cabezas en señal de aprobación.
Fundido en Negro Encadenado.
Texto sobre Negro: “Momentos más tarde...”
En
poco tiempo, la MEDIA DOCENA DE JÓVENES recorren en ambos sentidos la
trayectoria que separa a sus coches, con sus enseres y provisiones, de la
Iglesia. Y una vez que han centrado la luz de sus linternas, cenado y contado
varios chistes, relajados, se disponen a introducirse en sus respectivas
tiendas de campaña, para poder descansar y dormir hasta la mañana siguiente.
Sin embargo, de repente, un sonido los deja sobresaltados, y con sus corazones
latiendo a más de cien pulsaciones. Es el sonido de las campanas de la Iglesia,
sólo que con el pequeño detalle de que TODOS miran hacia arriba y ven que, en lo
que el tiempo fue el campanario del Templo, no hay campanas. El sonido de las
inexistentes campanas se repite doce veces, indicando que ya es medianoche.
Entonces, un ruido, en un principio débil, pero progresivamente más y más
fuerte, se va apoderando del cielo nocturno. TODOS descubren que, de forma
inequívoca, se corresponde con el ruido que provoca una escuadrilla de aviones
y otean, escudriñan el cielo con evidente nerviosismo, sin conseguir distinguir
las típicas luces rojas que durante la noche van marcando la trayectoria de los
aviones. Y, finalmente, el miedo y el temor más profundo hacen mella en TODOS
cuando, en el mismo interior de la Iglesia, comienza a escucharse el sonido de
unas voces que se van transformando en cánticos religiosos.
Corte.
SECUENCIA 4. INTERIOR DE LA IGLESIA DE BELCHITE. ARAGÓN.
INTERIOR. NOCHE.
TODOS,
muy agitados, penetran en la Iglesia, liderados por LUIS, pero no ven a nadie
físicamente, cara a cara. Sin embargo, sí que pueden distinguir misteriosas
sombras que provocan su inquietud. Y sin pausa para el respiro, oyen un sonido
semejante al de las bombas caer a tierra. Histéricas, las CHICAS empiezan a dar
chillidos, mientras que los CHICOS tratan de calmarlos. El bombardeo de otra
época dura diez intensos e interminables minutos. Y cuando por fin cesa, los
fantasmales aviones se alejan del pueblo y los cánticos religiosos acaban. El
cuadro es impactante, con TODOS abrazándose. De las CHICAS, RAQUEL es, con
diferencia, la que más ha enloquecido. Con la mirada pérdida, habla temblorosa,
con el objetivo de persuadir para abandonar el pueblo fantasma y dirigirse a
otro lugar donde el recuerdo de los muertos no sea más perdurable que el de los
vivos.
RAQUEL
(Aterrada)
¡¡Vamonos!! ¡¡Vamonos de aquí, por favor!!
¡¡Nada bueno nos puede pasar aquí!! ¡¡Vamonos!!
Por
su parte, LUIS la responde, pretendiendo que recupere la cordura que cree que
ha perdido.
LUIS
A ver, Raquel, tranquilízate. Todo lo que ha
sucedido no es real. ¿Me entiendes? Probablemente hemos sido víctimas de una
enajenación colectiva. Todos esos ruidos que hemos escuchado no son reales.
Pero
ÁNGEL, que es el más crédulo en cuestiones exotéricas y paranormales del grupo,
enseguida disiente de LUIS.
ÁNGEL
¡Ah, no! ¡Eso sí que no! ¡Todo lo que ha ocurrido es
real! Lo que ha pasado es que dos planos de la realidad, el presente y el
pasado, se han cruzado, han chocado.
No
obstante, LUIS no se cree nada de lo que ÁNGEL proclama con tanta
trascendencia.
LUIS
¡Pero qué dices, Ángel, tío! ¡Me parece increíble
que puedas decir todas esas bobadas y te quedes tan a gusto!
La
discusión está subiendo de tono, pero es ÁNGEL quien la da por finalizada, con
un desafío dirigido a LUIS.
ÁNGEL
Si no crees en nada de esto, ¿Te atreverías a
practicar una sesión de ouija para contactar con la gente que murió en este
pueblo?
Se
hace un momento de silencio, que es roto por ÁNGEL.
ÁNGEL
¡Bah! ¡Seguro que no te atreves! ¡No sé ni para qué
te lo he propuesto!
Entonces,
LUIS contesta ofendido, rugiendo como un león herido.
LUIS
¡¡Cómo que no me atrevo!! ¡¡Claro que me atrevo!!
¡¡No soy ningún cobarde!!
ÁNGEL
busca la aprobación de los DEMÁS con la mirada para realizar la sesión de
ouija, pero sólo detecta indiferencia y temor. RAQUEL sí que se manifiesta
verbalmente en contra de la ouija y a favor de salir del pueblo.
RAQUEL
¡¡Por qué no nos vamos de este pueblo!! ¡¡Por favor,
por favor, Ángel, Luis!!
Pero
ni LUIS ni ÁNGEL están dispuestos a ceder en sus posiciones, a ceder frente al
otro.
ÁNGEL
(Entusiasmado)
¡Vale, decidido! ¡Haremos una sesión de espiritismo
en toda regla! ¡Enseguida traigo el tablero y un vaso!
Corte.
Una
vez reunidos TODOS en torno al tablero, y con sus dedos puestos sobre el vaso,
ÁNGEL comienza a dirigirse, en voz alta, a los espíritus.
ÁNGEL
(Insistente)
¿Hay alguien ahí? Repito: ¿Hay alguien ahí? ¡Sólo
quiero saber si necesitas algo de nosotros!
A
su vez, se dirige a sus AMIGOS.
ÁNGEL
¡Atención, chicos! ¡Ahora cerrad los ojos! ¡Y
concentraros, procurad no pensar en nada!
TODOS
acatan las instrucciones de ÁNGEL y un viento gélido, pesado, se apodera de la
atmósfera, mientras el vaso comienza a moverse en círculos alrededor del propio
tablero. En un principio, con lentitud, pero más adelante a mayor velocidad.
LUIS siente que algo le induce a abrir los ojos, y así lo hace. Asombrado, ve
como una NIÑA de cabello moreno y ojos negros se dirige a él, suplicándole
ayuda con desesperación.
NIÑA
¡Ven, por favor, Luis! ¡Ayúdame! ¡Me van a
matar!
Una
triste sonrisa se dibuja en el rostro de la NIÑA, y LUIS, vencido por la
tensión, cae hacia atrás sin sentido. MARÍA, asustada, pide a ÁNGEL que termine
con la sesión.
MARÍA
¡¡Para, por favor!! ¡¡Para la sesión esta o como la
quieras llamar, Ángel!! ¡¡Luis no reacciona!! ¡¡Mierda, no reacciona!!
Pero,
en realidad, LUIS no ha muerto.
Fundido en Negro Encadenado.
SECUENCIA 5. CALLE PRINCIPAL DEL PUEBLO DE BELCHITE.
ARAGÓN. EXTERIOR. NOCHE.
Cuando
vuelve a abrir los ojos, LUIS se ve sólo, despistado en medio del pueblo, con
GENTE corriendo en todas las direcciones, apresurándose, sobre todo, hacia la
Iglesia. Y perplejo, observa, durante unos cortos instantes, como la mayor
parte de las casas están en pie, así como la Iglesia, con sus campanas tocando
sin cesar. Una NIÑA, la misma NIÑA de antes, corre con sus PADRES y sus
HERMANOS hacia la Iglesia. Pero entonces repara en LUIS al que, con su voz
dulce y melosa, pide que le acompañe.
NIÑA
¡Eh, tú! ¡No te quedes ahí parado! ¡Esos aviones los
llevan hombres malos y te matarán! ¡Venga, ven con nosotros!
LUIS
sonríe y se deja guiar por la NIÑA hasta la Iglesia, al tiempo que mira con
bondad a sus PADRES y HERMANOS.
Corte.
SECUENCIA 6. INTERIOR DE LA IGLESIA DE BELCHITE. ARAGÓN.
INTERIOR. NOCHE.
Nada
más acceder al Templo, LUIS observa, impactado, que al menos dos centenares de
refugiados se apiñan dentro, convencidos de que en la casa de Dios nada malo
les puede ocurrir, mientras que las bombas caen afuera, destrozando sus casas.
Sin embargo, dos de las bombas caen sobre la Iglesia, abriendo sendos boquetes
y matando a unas veinte personas, entre hombres, mujeres y niños, e hiriendo a
otros tantos. La confusión y los gritos de espanto recorren la Iglesia hasta
que alguno de los allí congregados se decide a hacer lo único que en ese
momento puede apacentar a aquel gran grupo humano: Entonar un cántico religioso.
HOMBRE ANÓNIMO
¡¡El Señor nos salvará!! ¡¡Él es misericordioso y
omnipotente, y sólo él nos salvará!!
Después
de esta súplica es cuando empieza a entonarse el cántico religioso, que es
secundado por cientos de voces. Y, al instante, el bombardeo cesa y los aviones
se alejan del pueblo.
HOMBRE ANÓNIMO
¡¡Oh,
Dios nos ha salvado!! ¡¡Demos gracias a Dios!!
Y
VARIOS HOMBRES, entre los que está LUIS, se asoman al exterior de la Iglesia,
dándoles tiempo a observar a los MILICIANOS REPUBLICANOS huyendo despavoridos
del pueblo, al tiempo que los MILITARES FRANQUISTAS entran en la destrozada
Localidad, entonando el “Cara al Sol”. Entonces, un GENERAL, con un bigotito
recto, unas gafas ahumadas y varias condecoraciones adornado su chaqueta, entra
en la Iglesia exultante.
GENERAL
¡¡Por fin!! ¡¡Por fin hemos conquistado este maldito
pueblo!! ¡¡Ahora, Oficiales, debemos fusilar a toda esta gente!! ¡¡Seguro que
entre ellos hay milicianos infiltrados!!
Pero
uno de los OFICIALES, un TENIENTE, da un paso al frente, hacia el despiadado
GENERAL, desafiándolo.
TENIENTE
(Escandalizado)
¡¡Pero qué es lo que está diciendo!! ¡¡Es que se ha
vuelto loco!! ¡La cruzada que nos unió en torno al Caudillo es una cruzada
religiosa, católica! ¡Si se atreve a asesinar a civiles inocentes irá al
infierno! ¡Iré a quejarme al Alto Mando!
El
TENIENTE hace ademán de salir de la Iglesia al ver que el GENERAL no le
responde, pero éste acaba con el TENIENTE díscolo pegándole dos tiros con su
pistola. Y los gritos de espanto y horror de MUJERES y NIÑOS no tardan en
sucederse por toda la Iglesia, pero el GENERAL logra acallarlos disparando al
aire.
GENERAL
(Irritado)
¡¡Silencio, coño!! ¡¡Silencio de una vez!! Y
bien,..., ¿Alguno más se atreve a no acatar mis órdenes?
Pero
ninguno de sus SUBORDINADOS se atreve a hablar, atemorizados por lo que acaba
de suceder. TODOS los OFICIALES agachan las cabezas, en señal de sumisión. A
continuación, LUIS es testigo de escenas desgarradoras. Los CIVILES son sacados
de la Iglesia por los MILITARES FRANQUISTAS a empujones, y colocados, por un
PELOTÓN DE FUSILAMIENTO improvisado por el GENERAL, delante de una de las
paredes del Templo, siendo asesinados entre gritos de angustia y llantos. Y
cuando llega el momento de la FAMILIA y de LUIS, la MADRE le ruega que huya con
la NIÑA y trate de ponerla a salvo.
MADRE DE LA NIÑA
(Sollozante)
¡¡Por favor, joven!! ¡¡Se nota que eres buena
persona!! ¡¡Haz todo lo posible por salvar la vida!! ¡¡Ella no se merece esto!!
A
LUIS estos ruegos desesperados le dejan con un nudo en la garganta y asintiendo
con la cabeza, en señal de afirmación. También observa que los MILITARES
FRANQUISTAS se han relajado y están distraídos para coger a la NIÑA de la mano
y, en un arranque inesperado, huir con ella de la Iglesia y del pueblo. Así,
desde el interior del Templo, se oyen varios disparos del PELOTÓN DE
FUSILAMIENTO del exterior, alertados por la fuga de LUIS y la NIÑA.
Corte.
SECUENCIA 7. CALLE PRINCIPAL DE BELCHITE. ARAGÓN.
EXTERIOR. NOCHE.
LUIS
y la NIÑA corren en zigzag por la calle principal del pueblo, esquivando
hábilmente los proyectiles disparados por los MILITARES FRANQUISTAS. Por fin,
LUIS y la NIÑA salen del pueblo.
Corte.
SECUENCIA 8. BOSQUE. AFUERAS DEL PUEBLO DE BELCHITE.
ARAGÓN. EXTERIOR. NOCHE.
LUIS
y la NIÑA penetran en un bosque cercano al pueblo de Belchite. Pero, no
obstante, son alcanzados por una PATRULLA y su JEFE les pide que se detengan.
JEFE DE LA PATRULLA
¡¡Alto!! ¡¡Deteneros si no queréis que os pegue un
par de tiros aquí mismo!!
LUIS
y la NIÑA no tienen más opción que detenerse y obedecer, siendo conducidos de
nuevo hacia el pueblo.
Corte.
SECUENCIA 9. EXTERIOR DE LA IGLESIA DE BELCHITE. ARAGÓN.
EXTERIOR. NOCHE.
Momentos más tarde, LUIS
y la NIÑA, vigilados por la PATRULLA, llegaron al exterior de la Iglesia, donde
a instancias del siniestro GENERAL, prosiguieron los fusilamientos. Éste mira a
LUIS y a la NIÑA despectivamente, resguardado en sus gafas, ni tan siquiera con
un ápice de humanidad hacia la NIÑA.
GENERAL
¡¡Fusilad a esos fugitivos!! ¡¡Fusiladlos ahora!!
Y es, en ese instante
cuando la NIÑA y LUIS descubren, horrorizados, entre los cadáveres, los cuerpos
inertes, ensangrentados, de los PADRES y HERMANOS de la NIÑA. Ésta comienza a
lloriquear, al tiempo que en el rostro del GENERAL se vuelve a perfilar una sonrisa
maléfica.
LUIS
(Encolerizado)
¡¡Malditos
seas!! ¡¡Maldito seas!! ¡¡Arderás en el infierno!! ¡¡Me oyes!! ¡¡En el
infierno!!
Por su parte, el PELOTÓN
DE FUSILAMIENTO se dispone a acabar con ese GRUPO DE LUGAREÑOS, que es el
último que queda. Entonces, LUIS cierra los ojos con fuerza y agarra la mano de
la NIÑA, esperando a los disparos que acaban con sus vidas. Pero éstos no
llegan.
Corte.
SECUENCIA 10. INTERIOR DE LA IGLESIA DE BELCHITE. ARAGÓN.
INTERIOR. NOCHE.
Milagrosamente, LUIS
vuelve a abrir los ojos, contemplando, sin dar crédito, que ha regresado al
presente, y que sus AMIGOS y su novia, MARÍA, están arremolinados en torno a
él, como si se tratara de un recién nacido. Y los rostros de tensión s e
transforman en gestos relajados y sonrisas al comprobar que LUIS ha recobrado
la conciencia.
MARÍA
(Aliviada)
¡¡Luis,
Luis, has vuelto!! ¡¡Oh, Dios mío, gracias!! ¡¡Creí que te habíamos perdido!!
RAQUEL
(Desbordada)
¡¡Vamonos,
chicos!! ¡¡Vamonos de aquí!! ¡¡No quiero permanecer en este pueblo ni un minuto
más!!
Y, aunque aturdido,
confuso, LUIS todavía tiene fuerzas para llevarle la contraria.
LUIS
(Agitado)
Pero,...,
¡¡Y la niña!! ¡¡No, no podemos dejarla aquí!! ¡¡La van a matar!!
Para sorpresa de TODOS,
en ese momento, antes de que ninguno pueda decir nada, las imágenes de la NIÑA
y de su MADRE, esta vez sí, se hacen visibles, dejándolos paralizados.
NIÑA
(Agradecida)
¡Gracias, Luis, gracias! ¡Me has salvado!
LUIS observa, asombrado,
que la NIÑA no tiene agujeros de bala en su materializado cuerpo, no sucediendo
lo mismo con la MADRE, igualmente sonriente, que tiene el vestido
ensangrentado. Y tal y como han aparecido aquellas dos visiones espectrales,
vuelven a desaparecer. Primero, la MADRE, y después, la NIÑA.
Fundido en Negro de
Cierre.
SECUENCIA 11. COCHE DE LUIS. AFUERAS DE BELCHITE. ARAGÓN.
INTERIOR. NOCHE.
Fundido en Negro de
Apertura.
Texto sobre Negro:
“Más tarde...”
Ya repuestos de la
inolvidable noche que han vivido, los SEIS AMIGOS, en plena madrugada, salen
del pueblo fantasma. Es la primera vez que LUIS y MARÍA están a solas desde que
entraron en el pueblo de Belchite. MARÍA mira a LUIS con admiración y le da un
beso.
MARÍA
¡Vaya,
así que eres todo un héroe, cariño! ¡Has salvado a una niña!
LUIS
(Humilde)
Bueno, sí, supongo.
Corte.
SECUENCIA 13. COCHE DE LUIS. AFUERAS DE BELCHITE. ARAGÓN.
INTERIOR. NOCHE.
Del cuerpo de LUIS surgen
dos manchas rojas, de sangre, que se van haciendo más grandes, siendo incapaz
de articular palabra y muriendo en los brazos de MARÍA.
Fundido en Negro
Encadenado.
SECUENCIA 14. EXTERIOR DE LA IGLESIA DE BELCHITE. ARAGÓN.
EXTERIOR. NOCHE.
LUIS ha retornado al
pasado, justo en el momento del fusilamiento, con el tiempo suficiente para
contemplar que la NIÑA ya no está a su lado.
Fundido en Negro
Encadenado.
SECUENCIA 15. COCHE DE LUIS. AFUERAS DE BELCHITE. ARAGÓN.
INTERIOR. NOCHE.
Mientras tanto, en el
presente, MARÍA solloza y grita desconsolada.
MARÍA
¡¡Oh, no, Luis!! ¡¡Por qué!! ¡¡Por qué, cariño!!
Corte.
SECUENCIA 16. CARRETERA. AFUERAS DE BELCHITE. ARAGÓN.
EXTERIOR. NOCHE.
Y desde el cielo, a pesar
de la intensa oscuridad, puede observarse como los coches de ÁNGEL y FERNANDO
se paran en medio de la carretera de salida de Belchite.
Fundido en Negro de
Cierre.
Créditos Finales.
RELATO DE EL MÉDIUM DE LA BATALLA DE BELCHITE
RELATO
DE “EL MÉDIUM DE LA BATALLA DE BELCHITE”.
El coche de Luis y María, que es el primero de la comitiva, se para a la
entrada del abandonado y ruinoso pueblo de Belchite. Hace unas horas ya, que
acompañados por otras dos parejas de amigos, las formadas por Ángel y Raquel, y
Fernando y Beatriz, salieron de Zaragoza con la idea de pasar el fin de semana
de acampada, en algún lugar sin determinar de la Región aragonesa. Todos ellos
salen de sus respectivos vehículos, y Luis se dirige a los demás: “¡Vaya me he
quedado sin gasolina! Pensaba que pronto encontraríamos una gasolinera y por
eso no os he querido avisar”. “No te preocupes, Luis, que yo tengo de sobra.
Siempre llevo un par de bidones en el maletero, por si acaso”, responde
Fernando. La noche va cayendo poco a poco, progresivamente, y la oscuridad se
adueña del horizonte. “¡Vaya, qué mal rollo da este lugar! ¿Qué pueblo es
este?”, interviene María. “Es el pueblo de Belchite. Aquí se libro una de las
batallas más crueles de la Guerra Civil. Se dice que todos sus habitantes
fueron fusilados, y desde entonces el pueblo quedo abandonado”, relata Ángel
con suficiencia. “¡Vaya, qué bien! ¡Qué cosas más alegres cuentas, cariño!”,
remata Raquel. “¿Y qué quieres, Raquel? ¡Es lo que paso! ¡La Historia no se puede
cambiar!”, replica Ángel a su novia. “Bueno, ¿Sabéis qué?, chicos, yo estoy muy
cansada y prefiero no continuar con el viaje. ¿Qué os parece si acampamos aquí
esta noche?”, sugiere Beatriz. Todos asintieron afirmativamente con la cabeza,
sin deserciones. “¡Eh, vamos a inspeccionar el lugar! ¡Así decidiremos cuál es
el sitio más adecuado para instalarnos con las tiendas de campaña!”, proclama
Luis, que se abre paso seguido por los demás, entre las deterioradas calles del
fantasmal pueblo. El espectáculo que se ofrece ante sus ojos es tétrico,
sombrío. Las que hacía más de medio Siglo habían sido las casas de un
floreciente pueblo aragonés, en la actualidad no eran más que un conjunto de
construcciones semiderruidas y desoladas donde los ratones campaban a sus
anchas. Los seis jóvenes progresaron por la calle principal del pueblo hasta
que llegaron a la edificación más alta de la Localidad, una Iglesia que, a
pesar de las evidentes huellas de los bombardeos sufridos durante la guerra,
aún se mantenía en pie. Luis observó con detenimiento el terreno. “Bien, ¿Qué
os parece si acampamos aquí, al lado de la Iglesia? Hasta ahora es el sitio más
adecuado que he visto para poner las tiendas”, sugiere. “Sí, a mí, por lo
menos, es el sitio que menos mal rollo me da”, responde María. Y todos los
demás volvieron a asentir con las cabezas en señal de aprobación. En poco
tiempo, la media docena de jóvenes recorrieron en ambos sentidos el trayecto
que separaba a sus vehículos, con sus enseres y provisiones, de la Iglesia. Una
vez que han centrado las luces de sus linternas, cenado y contando varios
chistes, relajados, se disponen a introducirse en sus respectivas tiendas de
campaña para poder descansar y dormir hasta la mañana siguiente. Sin embargo,
de repente, un sonido los deja sobresaltados y con sus corazones latiendo a más
de cien pulsaciones. Es el sonido de las que se supone que son las campanas de
la Iglesia, pero todos miran hacia arriba y ven que, en lo que su tiempo fue el
campanario del Templo, no hay ninguna campana, esta desprovista de ella. El
sonido de las inexistentes campanas se repite doce veces, indicando que ya es
medianoche. Entonces, un ruido, en un principio débil, pero progresivamente más
y más fuerte, se va apoderando del cielo nocturno. De forma inequívoca
corresponde al ruido que provoca una escuadrilla de aviones. Todos otean,
escudriñan al cielo con evidente nerviosismo, pero no ven las típicas luces
rojas que distinguen su trayectoria. Y el temblor y el miedo más profundo hace
mella en los chicos acampados cuando comienzan a escuchar el sonido de las
voces, que se van transformando en cánticos religiosos, en el interior de la
Iglesia. Pero allí, en el interior de aquel Templo, todos pueden ver que no hay
nadie más con ellos, aunque sí que se llegan a distinguir sombras que
provocaron la inquietud de los visitantes. Sin pausa para el respiro, enseguida
los asustados chicos oyen un sonido semejante al de las bombas al caer a
tierra. Histéricas, las chicas empiezan a dar chillidos, mientras que los chicos
tratan de calmarlas. El bombardeo de otra época dura diez intensos e
interminables minutos. Y, cuando por fin cesa y los fantasmales aviones se
alejan del pueblo y los cánticos acaban, el cuadro es impactante, con todos
abrazándose e intentado relajar a sus compañeros. De las tres, Raquel es, con
diferencia, la que más ha enloquecido. Con la mirada pérdida, habla
agitadamente con el resto del grupo, con el objetivo de persuadirles de
abandonar ese siniestro pueblo fantasma y dirigirse a cualquier otro lugar
donde el recuerdo de los muertos no sea más pesado que el de los vivos.
“¡¡Vámonos!! ¡¡Vamonos de aquí, por favor!! ¡¡Este lugar está maldito!! ¡¡Nada
bueno nos puede pasar aquí!! ¡¡Vamonos!!”, implora Raquel. Por su parte, Luis
habla con ella pretendiendo que recupere la cordura que cree que ha perdido. “A
ver, Raquel, tranquilízate. Todo lo que ha sucedido no es real, ¿Me entiendes?
Probablemente hemos sido víctimas de una enajenación colectiva. Todos esos
ruidos que hemos escuchado no son reales”, sentencia. Pero Ángel, que es el más
crédulo en cuestiones esotéricas y paranormales, disiente de plano con Luis.
“¡Ah, no! ¡Eso sí que no, Luis! ¡Todo lo que ha ocurrido es real! Lo que ha
pasado es que dos planos de la realidad, el presente y el pasado, se han
cruzado, han chocado”. Pero Luis no se cree nada de lo que su amigo Ángel
proclama con tanta trascendencia. “¡Pero qué dices, Ángel, tío! ¡Me parece
increíble que puedas decir todas esas bobadas y quedarte tan a gusto!”, remacha
Luis. La discusión va subiendo de tono y es Ángel quien la da por concluida con
un desafío dirigido a Luis. “Si no crees en nada de esto, ¿Te atreverías a
practicar una sesión de ouija para contactar con la gente que murió en este
pueblo?...¡Bah, estoy seguro de que no te atreverás! ¡No sé para qué te lo he
propuesto!”, se corrige Ángel después de su interrogante. “¡¡Cómo que no me
atrevo!! ¡¡Claro que me atrevo!! ¡¡No soy ningún cobarde!!”, ruge Luis,
sintiéndose ofendido. Entonces, Ángel observa a los demás buscando su aprobación,
pero no encuentra nada más que indiferencia y temor. No obstante, Raquel habla
en nombre de los demás. “¡¡Por qué no nos vamos ahora mismo de este pueblo!!
¡¡Por favor, por favor, Ángel, Luis!!”, suplica. Pero ninguno de los dos
aludidos está dispuesto a ceder frente al otro. “¡Vale, decidido, haremos una
sesión de espiritismo en toda regla! ¡Enseguida traigo el tablero y un vaso!”,
exclama Ángel entusiasmado. Así, en cinco minutos dispone todo para iniciar la
sesión. Luego, explica a los demás que deben poner un dedo sobre el vaso. Y
comienza a dirigirse en voz alta a los espíritus. “¿Hay alguien ahí? Repito:
¿Hay alguien ahí? ¡Sólo quiero saber si necesitas algo de nosotros!”, pregunta
Ángel, lanzando sus interrogantes y exclamaciones al aire. A su vez, se dirige
a sus amigos, “¡Atención, chicos! ¡Ahora cerrad los ojos! ¡Y concentraros,
procurad no pensar en nada!”. Todos acatan las instrucciones de Ángel.
Entonces, un viento gélido, pesado, se apodera de la atmósfera y el vaso
comienzan a moverse en círculos alrededor del propio tablero. En un principio,
con lentitud, pero más adelante a mayor velocidad. Luis siente que algo le
induce a abrir los ojos, y así hace. Asombrado, ve cómo una niña de cabello
moreno y ojos negros se dirige a él, pidiéndole ayuda con desesperación. “¡Ven,
por favor, Luis! ¡Ayúdame! ¡Me van a matar!”. Una triste sonrisa se dibuja en
su rostro y Luis, vencido por una insoportable tensión, se cae hacia atrás sin
sentido. “¡¡Para, por favor!! ¡¡Para la sesión esta o como la quieras llamar,
Ángel!! ¡¡Luis, no reacciona!! ¡¡Mierda, no reacciona!!”, grita desesperada
María. Pero, en realidad, Luis no ha muerto. Cuando vuelve a abrir los ojos se
ve sólo, despistado en medio del pueblo, con gente corriendo en todas las
direcciones aunque apresurándose, sobre todo, hacia la Iglesia. Perplejo,
observa durante unos cortos instantes como la mayor parte de las casas están en
pie, y la Iglesia también, con sus campanas tocando sin cesar. Una niña, la
misma niña de antes, corre con sus padres y hermanos hacia la Iglesia, pero
reparando en Luis al que, con una voz dulce y melosa le induce a que los
acompañe. “¡Eh, no te quedes ahí parado! ¡Esos aviones los llevan hombres malos
y te matarán! ¡Venga, ven con nosotros!”. Luis, impactado, sonríe a los padres
de la niña y a sus hermanos, y se deja guiar hasta la Iglesia. Al menos dos
centenares de refugiados se apiñan en el Templo, convencidos de que en la Casa
de Dios nada malo les puede suceder, mientras que las bombas caen afuera,
destrozando sus casas. Sin embargo, dos de dichas bombas caen sobre la Iglesia,
abriendo sendos boquetes y matando a unas veinte personas, entre hombres,
mujeres y niños, e hiriendo a otros tantos. La confusión y los gritos de
espanto recorren la Iglesia, pero alguien de los congregados se decide a
apacentar a aquel gran grupo humano con lo único que, en ese trágico momento,
puede funcionar: Entonando un cántico religioso. Todos aquellos seres humanos,
aún siendo conscientes de que esa noche puede ser la última de sus vidas, se
ponen a cantar mientras el bombardeo prosigue afuera con fuerza. A Luis se le
pone la carne de gallina y los pelos de punta. El hombre que lleva la voz
cantante proclama: “¡¡El Señor nos salvará!! ¡¡Él es misericordioso y
omnipotente, y sólo él nos salvará!!”. Entonces, al instante, el bombardeo cesa
y los aviones se alejan del pueblo. “¡¡Oh, sí, Dios nos ha salvado!! ¡¡Demos
gracias a Dios”, exclaman los supervivientes al unísono. Varios hombres, entre
los que está Luis, se asoman al exterior del Templo, dándoles tiempo a observar
a los milicianos republicanos huyendo despavoridos del pueblo, y a las tropas
franquistas entonando el “Cara al sol”, entrando en la destrozada Localidad.
Después de unos tensos minutos, un General del ejército nacional, escoltado por
varios Oficiales, accede a la Iglesia. Es un General con un bigotito recto,
unas gafas ahumadas y varias condecoraciones adornando su chaqueta, provisto de
una maligna sonrisa. “¡Por fin, por fin hemos conquistado este maldito pueblo!
Ahora, Oficiales, ¡Debemos fusilar a toda esta gente! ¡Seguro que entre ellos
hay milicianos infiltrados!”, proclama entusiasmado. Pero uno de los Oficiales,
un Teniente, da un paso al frente, hacia el despiadado General, desafiándolo.
“¡Pero qué es lo que está diciendo! ¡Es que se ha vuelto loco! ¡No puede
asesinar a civiles inocentes! ¡La cruzada que nos unió en torno al Caudillo es
una cruzada religiosa, católica! ¡Si se atreve usted a matar a civiles
inocentes irá usted directamente al infierno! ¡Iré a quejarme al Alto Mando!”.
El Teniente hace ademán de salir de la Iglesia al ver que el General no le
responde, pero éste acaba con el Teniente díscolo pegándole dos tiros con su
pistola. Los gritos de espanto de mujeres y niños se suceden por toda la
Iglesia, pero el General logra acallarlos disparando al aire. “¡¡Silencio!!
¡¡Silencio, coño, de una vez!! Y bien,...”, se dirige a sus subordinados,
“¿Alguien más se va a atrever a no acatar mis órdenes?”. Pero ninguno responde,
atemorizados, y todos los Oficiales agachan la cabeza, en señal de sumisión.
Así, acto seguido, Luis es testigo de escenas desgarradoras. Los civiles son
sacados de la Iglesia, a empujones, y colocados, por un pelotón de fusilamiento
improvisado, delante de una de las paredes del Templo, siendo asesinados entre
gritos de angustia y llantos. Y cuando llega el momento de la familia de la
niña y de Luis, la madre le ruega a éste que trate de huir y poner a salvo a su
niña. En un momento dado, de distracción, en el que los integrantes del pelotón
están recargando sus armas, Luis agarra de la mano a la niña y consigue
esquivar los disparos de los ya alertados militares franquistas. La niña y Luis
salen del pueblo, dirigiéndose hacia un bosque cercano, pero antes de penetrar
en el mismo son alcanzados por una patrulla. “¡¡Alto!! ¡¡Deteneros si no
queréis que os pegué un par de tiros aquí mismo!!”, les conmina uno de los
militares. La niña y Luis no tienen más opción que detener su huida y obedecer.
Momentos más tarde, son devueltos al exterior de la Iglesia, donde se sigue con
los fusilamientos. El siniestro General los mira despectivamente, resguardado
en sus gafas, sin un ápice de humanidad, ni tan siquiera para la niña.
“¡¡Fusilad a esos fugitivos!! ¡¡Fusiladlos ahora!!”. En ese instante, la niña y
Luis contemplan horrorizados que los padres y hermanos de ella yacen en el frío
suelo, inertes, con sus cuerpos ensangrentados. La niña comienza a lloriquear,
al tiempo que en el rostro del General se perfila otra vez una sonrisa
maléfica. “¡¡Maldito seas!! ¡¡Maldito seas!! ¡¡Arderás en el infierno!! ¡¡Me
oyes!! ¡¡En el infierno!!”, clama Luis. El pelotón de fusilamiento se dispone a
acabar con aquel grupo de lugareños, uno de los últimos que queda. Entonces,
Luis cierra los ojos con fuerza, agarrando la mano de la niña, esperando a los
disparos que acaben con su vida. Pero éstos no llegan. Milagrosamente, vuelve a
abrir los ojos y contempla, sin dar crédito, que ha regresado al presente, y
sus amigos y su novia están arremolinados en torno a él, como si se tratará de
un recién nacido. Los rostros de tensión se transforman en gestos relajados y
sonrisas de satisfacción al comprobar que Luis ha recobrado la consciencia.
“¡¡Luis, Luis, has vuelto!! ¡¡Oh, Dios mío, gracias!! ¡¡Creí que te habíamos
perdido!!”, exclamó su novia, María, aliviada. “¡Vamonos, chicos, vamonos de
aquí! ¡No quiero permanecer en este pueblo ni un minuto más!”, anuncia Raquel
desbordada. Y, aunque aturdido, confuso, Luis todavía tienen fuerzas para
llevarle la contraria. “Pero,..., ¡Y la niña!! ¡¡No, no podemos dejarla aquí!!
¡¡La van a matar!!” Y, en ese momento, antes de ninguno pueda decir nada, las
imágenes de la niña y su madre, esta vez sí, se hacen visibles a todos, que se
quedan paralizados. “¡Gracias, Luis, gracias! ¡Me has salvado!”. Luis observa,
asombrado, que la niña no tiene agujeros de bala en su materializado cuerpo, no
sucediendo lo mismo con su madre, que tiene el vestido ensangrentado. Y, tal y
como han aparecido aquellas dos visiones espectrales, vuelven a desaparecer.
Primero, la madre, que dirige una sonrisa de agradecimiento a Luis, y luego, la
niña. Ya repuestos de aquella inolvidable noche que han vivido, los seis
amigos, en plena madrugada, salen del pueblo fantasma. Es el primer momento que
Luis y María están a solas desde que entraron en el pueblo. Ella le mira a él
con admiración y le da un beso. “¡Vaya, así que eres todo un héroe, cariño!
¡Has salvado a una niña!”. “Bueno, sí supongo”, responde Luis con modestia. Sin
embargo, de repente, el coche, que va detrás de los otros dos, se va parando.
Del cuerpo de Luis surgen dos manchas rojas, de sangre, que se van haciendo más
grandes, siendo incapaz de articular palabra y muriéndose en los brazos de
María. Luis ha regresado al pasado, justo en el momento del fusilamiento, con
el tiempo suficiente para contemplar que la niña ya no está a su lado.
Mientras, en el presente, María solloza y grita desconsolada. “¡¡Oh, no, Luis!!
¡¡Por qué! ¡¡Por qué, cariño!”. Y, desde el cielo, a pesar de la intensa
oscuridad, puede observarse como los coches de Ángel y Fernando se paran en
medio de la carretera de salida de Belchite.
Hola amigos y amigas.
He vuelto.
La verdad es que siento haber dejado este Blog inactivo durante tantos meses, nada menos que desde Enero.
Pero todo tiene una explicación: Resulta que por aquellas fechas surgió un debate en Linkedin para hacer una nueva Revista Digital de Cultura, de Ámbito Iberoamericano, "Astrolabium", y yo fui designado Coordinador General, Cargo en el que he estado muy a gusto, pero en el que no he parado de trabajar.
Y también es que durante este tiempo he estado escribiendo Adaptaciones a Guión de Relatos de Escritores famosos que me gustaban, así como ayudando a otro Guionista con sus relatos e historias.
Por fin he vuelto y, como podréis comprobar escribiendo a continuación, con una historia que he escrito de las dos formas: Como Relato y como Guión.
Espero que la disfrutéis.
¡Ah, se me olvidaba! Estoy perfilando los detalles para poder realizar mi primer Cortometraje, que espero que dentro de no mucho tiempo podáis ver y os guste.
Bueno, un saludo a todos.
He vuelto.
La verdad es que siento haber dejado este Blog inactivo durante tantos meses, nada menos que desde Enero.
Pero todo tiene una explicación: Resulta que por aquellas fechas surgió un debate en Linkedin para hacer una nueva Revista Digital de Cultura, de Ámbito Iberoamericano, "Astrolabium", y yo fui designado Coordinador General, Cargo en el que he estado muy a gusto, pero en el que no he parado de trabajar.
Y también es que durante este tiempo he estado escribiendo Adaptaciones a Guión de Relatos de Escritores famosos que me gustaban, así como ayudando a otro Guionista con sus relatos e historias.
Por fin he vuelto y, como podréis comprobar escribiendo a continuación, con una historia que he escrito de las dos formas: Como Relato y como Guión.
Espero que la disfrutéis.
¡Ah, se me olvidaba! Estoy perfilando los detalles para poder realizar mi primer Cortometraje, que espero que dentro de no mucho tiempo podáis ver y os guste.
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